Columnas

Hay que ver con otros ojos a los antagonistas del cine

La luz y la sombra son las dos caras de la misma moneda, una no puede existir sin la otra. En el medio cinematográfico, en numerosas ocasiones se han explorado ambas alineaciones en diversas películas, especialmente sobre la naturaleza del mal en el género de terror.

Hemos visto grandes villanos con trasfondos variados y fascinantes, sin embargo, pocas veces hemos explorado algunos antagonistas que no nacieron como villanos, sino que se transformaron en ellos, ¿la maldad es producto de las circunstancias que rodean al hombre?

En la década de los 70 el psicólogo social e investigador del comportamiento humano Phillip Zimbardo concibió y coordinó el controversial “Experimento de la cárcel de Standford”. Los resultados de dicho experimento arrojaron que la fuerza de la situación a veces puede ser más poderosa que la personalidad del individuo mismo, dejando sobre la mesa la hipótesis que la maldad y la bondad son inherentes en el ser humano y que las circunstancias sociales, emocionales y conductuales denotan la inclinación de un lado o el otro.

En el último largometraje de la saga de Halloween, protagonizada por Jamie Lee Curtis en el papel de Laurie Strode, se presenta a un personaje que dentro la historia sufre un terrible accidente imprudencial que lo convierte en un paria del pueblo de Haddonfield.

Sin revelar parte importante de la trama, toda esta atmósfera que rodea a este personaje lo va moldeando poco a poco hasta llevarlo hacia el camino de las sombras. Analizando este enfoque de un villano como paria —es decir, que su entorno lo orille a la maldad— podemos reconocer que en muchas ocasiones el villano no tiene poder sobre su propia inmolación o penitencia, pues desde la concepción misma de su oscuridad no hay escalas de grises, solo existe el blanco y el negro. Así ha sido el tratamiento de la figura del antagonista en incontables producciones mediáticas.

Muchas veces damos por sentado este tratamiento y como consumidores no nos adentramos activamente a analizar los motivos actitudinales de los antagonistas con los que siempre hemos convivido.

En estas historias de ficción, cuando apreciamos que una persona actúa con maldad en los medios de consumo masivo a los que tenemos acceso, ¿valoramos la situación en la que se encuentra y las presiones que tiene o simplemente la categorizamos como malvada?

Es momento de ver con otros ojos a estos personajes, no desde un punto de vista glorificante de sus acciones, sino como una ventana más que permita entender el entramado tan complejo que pueden tener estos antagonistas que, a veces sin buscarlo, llegan a ser más fascinantes que el héroe mismo.

About the author

Juan Esteban Méndez

Es licenciado en Comunicación con pre-especialidad en producción y dirección cinematográficas por la Universidad Anáhuac Mayab, y maestro en Arte Cinematográfica por El Centro de Cultura Casa Lamm, desde el 2012 es director general del grupo Kinécarus que se dedica a la difusión y apreciación cinematográfica y cultura pop generando eventos especiales en Mérida para los estrenos de distribuidoras como Universal, Disney, Warner Bros entre otras, en 2015 es seleccionado a nivel nacional para representar a Yucatán como parte del Primer Foro Jóvenes talentos del Festival de Coproducción Audiovisual Latinoamericano en la Ciudad de México, es profesor universitario productor de videos, fotografía y podcast en su casa productora llamada Azul Cincuenta y Dos, es investigador de la cultura popular y se especializa en la vinculación emocional transgeneracional, especialmente en el área de superhéroes, cultura japonesa, geek y el nuevo hollywood.